Paso del Santísimo Cristo de la Esperanza
El actual paso que porta a la imagen del Santísimo Cristo de la Esperanza es una obra que, con sucesivas reformas y ampliaciones, ha llegado a nuestros días desde el año 1882, siendo el autor del mismo desconocido. Hay que decir que debido a las reformas realizadas poco queda ya de aquella parihuela decimonónica que originalmente se tallara.
Las andas originariamente reunían las características propias de los pasos de ese tiempo, con la salvedad de que se mantuvo la línea barroca del canasto y respiraderos, frente a las tendencias neoclásicas y neogóticas que estaban de moda en aquella época. Era un paso de dimensiones reducidas, con un canasto muy airoso que descansaba en una parihuela de poca altura, donde los manigueteros llevaban la misma de forma real y no de forma simbólica como hoy día. Los respiraderos, al igual que la canastilla, eran de madera tallada y dorada, con la hoja de acanto como motivo fundamental del dibujo. La superficie del respiradero era mucho más comedida que como hoy se estila.
Otra característica de este primitivo paso fue que, desde su construcción, se proyectó con candelabros de guardabrisas, costumbre muy extendida por entonces y que empezó a desaparecer en el momento en que la Hermandad del Gran Poder de Sevilla se decidió por los faroles para el paso de Cristo. Y en cuanto a la composición iconográfica mencionar que en este paso figuró por primera vez la imagen de Santa María Magdalena a los pies de la cruz frente al Señor.
En cuanto a los detalles cabe destacar que era un paso dorado, con cuatro candelabros de hierro y madera dorados, treinta y cuatro guardabrisas de cristal, los faldones eran de pana negra. Este paso se mantuvo sin cambios reseñables hasta mediados del siglo XX, salvando algunas reparaciones en la parihuela y varios ajustes en su carpintería de menor importancia.
En 1955 se decide acometer la restauración y reestructuración del paso de Cristo, contratándose para tal menester al imaginero Manuel Pineda Calderón (autor de las imágenes Titulares de la Hermandad), aunque el trabajo lo realizó el tallista José Martínez. Dichos trabajos no se culminaron hasta 1960, y consistieron en:
- Realización de un nuevo juego de respiraderos, tallados en madera de pino y forrados de tela metálica.
- Ampliación de la parihuela y reparación de la misma.
- Construcción y talla de cuatro faroles para las esquinas del canasto.
- Restauración de la canastilla, suplementando su base con una moldura a fin de conseguir mayor altura y construcción de ocho pies tallados para guardabrisas que se acoplarían al paso, rodeando la canastilla. En la parte central de cada cara de la canastilla se colocan cartelas en forma de óvalo vertical en las que aparecen evangelistas de cuerpo entero con su alegoría, tallados en madera de ucola.
- El escultor Pineda Calderón esculpe cuatro ángeles, de cuerpo entero, en madera policromada y estofada, para las esquinas del paso.
- Dorado total del paso con el fabuloso oro “San Luis”, el de más calidad que han utilizado los doradores de Sevilla en épocas modernas, encargándose para dicha labor a Jesús González Rodríguez.
En 1983 se acomete un nuevo objetivo: ampliación nuevamente del paso, construcción de candelabros de guardabrisas para las esquinas y redorado completo. Contratándose en esta ocasión a Francisco Bailac González y Julián Sánchez Medina, ebanista y tallista respectivamente. En 1984 se extiende contrato con el dorador Ángel de la Feria Rodríguez, rematándose los trabajos proyectados y quien a su vez realiza los candelabros de guardabrisas que fueron proyectados.
El resultado final de todos los trabajos realizados a lo largo del tiempo merece la pena pues la Hermandad cuenta hoy día con unas espléndidas andas, con excelente armonía en dibujo y talla.
Paso de Nuestra Señora de las Angustias
En 1961 se tiene conocimiento que la Hermandad sevillana del Buen Fin pensaba renovar los respiraderos del paso de la Virgen de la Palma. Por ello, la Junta de Gobierno regente en aquel entonces acuerda formar una comisión para que gestione la adquisición de los antiguos respiraderos. Así se hace y gracias a esta compra la Hermandad se hace con unas prciosas piezas de orfebrería, de gran calidad artística y con un indiscutible valor histórico, por lo famosos de sus autores y por la época de su confección. Los respiraderos preceden de 1930, diseñados y confeccionados por Eduardo Seco Imberg, extraordinario orfebre sevillano de la escuela de Cayetano González. Dichos elementos se rematan inferiormente por unas piezas ornamentales, realizadas por Ángel Gabella Baeza, en 1934, junto con cuatro miniaturas marianas que rematan las esquinas de los respiraderos, realizadas por el mismo autor. En la década de los años 90 se realizó una restauración de los respiraderos en los talleres de José Brihuega, en el que se sustituyeron cartelas antiguas por unas nuevas con motivos propios de la Hermandad.
La candelería consta de 80 piezas en alpaca plateada, las cuales fueron diseñadas y realizadas en los talleres de José Brihuega en los años 70.
El juego de jarras que actualmente porta el paso de palio de Nuestra Señora de las Angustias están realizadas en metal cincelado y plateado, y fueron diseñadas y ejecutadas en el año 1962 por el taller de Orfebrería Villareal.
La peana es obra de Orfebrería Villareal en metal cincelado y plateado, en el año 1994.
Los candelabros de cola y entrevaral son de metal cincelado y plateado. Posee un reparto de doce luces cada uno, con tres ángeles corpóreos distribuidos en el basamento y uno en la cola. Diseñados y realizados por Orfebrería Villareal en el año 1965.
La Hermandad posee dos juegos de bambalinas y techo de palio. El primero y más antiguo de ellos corresponde a 1978 y está realizado en tisú de oro sobre terciopelo burdeos. Las autoras de este trabajo fueron las Hermanas Carmelitas de Utrera, siguiendo un diseño realizado por nuestro hermano Antonio Camacho. En las esquinas del techo de palio aparecen unas pinturas de los cuatro evangelistas, realizadas por nuestro hermano Marcos Márquez Casado. Este palio actualmente no procesiona.
El segundo conjunto de techo de palio y bambalinas es obra de Francisco Expósito Álvarez, bordado en oro fino sobre terciopelo burdeos. Las bambalinas, diseñadas por Francisco Morell, se iniciaron en el año 2002, concluyéndose en el año 2008. El techo de palio es diseño del propio bordador Francisco Expósito y se concluyó en el año 2012. Este último conjunto es el que conforman el actual paso de palio.