NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS

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La Santísima Virgen de las Angustias es una talla de Manuel Pineda Calderón  realizada en el año 1938. Dolorosa clásica, de rostro adolescente, de tez más pálida de lo que en el escultor era habitual. Es una imagen de candelero, o de armadura, como gustaba decir a los escultores antiguos, y, al poco tiempo de su entrega, fue reformada en la parte de las cejas, por el mismo autor. Sobre el rostro discurren cuatro lágrimas de cristal, dos en cada mejilla. Las pestañas fueron rehechas según la técnica de los escultores sevillanos. La cabeza está inclinada, casi imperceptiblemente, hacia el lado derecho, mientras la mirada se dirige hacia abajo, al encuentro con los fieles. La nariz es recta, y la boca, entreabierta, presenta un inicio de quejido. La expresión es de tristeza, pero , a la vez que no se excluye la sensación de pena, el rostro encarna serenidad, dulzura y resignación. Este término medio, a pocos pasos de la plenitud del dolor, lo consiguió espléndidamente el imaginero. Las manos están abiertas, con los dedos ligeramente flexionados. En la derecha sostiene un delicado manípulo. La cabellera es de talla, como la tienen todas las imágenes modernas.

La escultura fue restaurada a finales del año 2012 por el prestigioso restaurador y conservador de obras de arte, Pedro E. Manzano Beltrán. Se sustituyó el antiguo candelero que presentaba un estado muy deficiente por uno mucho más moderno y robusto, se cambiaron articulaciones de brazos y hombros dándole a la imagen un completo articulamiento, y se realizó un nuevo busto en el que se fija la cabeza de la Sagrada Imagen.

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La primitiva imagen de la Virgen de las Angustias

Aunque originalmente en la Hermandad de la Esperanza no se institucionalizó el título a ninguna advocación mariana, sí consta que desde principios del siglo XVIII la Hermandad venía haciendo uso de las imágenes dolorosas de las hermandades del  Santo Entierro y de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la localidad. De forma oficial, no aparece reglamentada la titularidad de Nuestra Señora de las Angustias hasta las últimas dedacas del siglo XIX.

En 1880, en el acta con fecha de 11 de abril, se menciona la Virgen de las Angustias:

«…El presbítero Don Fernando Laina presentó a la Corporación la  siguiente proposición: comprar una Dolorosa para cuyo objeto se abriría una suscripción, fue aceptada por todos los hermanos y se nombró  una comisión que entendiera de todo cuanto fuera necesario…»

De la nueva imagen propiedad de la Hermandad se poseen escasos datos acerca de ella y de la persona que la gubió. La imagen era de candelero, con cabellera natural y respondía a la constitución clásica utilizada por los escultores antiguos.